martes, 7 de mayo de 2013


“Sé humilde para admitir tus errores, inteligente para aprender de ellos y maduro para corregirlos”

Mari


 No pude evitar no escribirte lo mucho que te quiero amiga. Y es que tantas veces lo decimos y tantas faltan aún por decir. Por que nuestra amistad no puede desgastarse, no puede romperse, no existen las peleas de semanas y semanas, no existen secretos, no hay NADA que pueda impedirla.
 Nuestra amistad ha comprobado que la distancia no corta lasos ni relaciones. Ha comprobado que realmente perdura pese a todo. Que fuimos capases de hacer grandes cosas por la otra.
 Te quiero tanto y te extraño mas aún cuando me imagino al frente de tu casa. Saliendo del colegio juntas a dar una vuelta por el centro o llendo a fiestas los fines de semana.  Imaginate escucharme y aguantarme todos los días! Abrirme la puerta una y otra vez.  Me imagino las dos en mi casa hablando por horas y horas sin que nadie nos interrumpa.
 En fin no se pueden algunas cosas, pero aunque no entendamos por que todavía no nos vemos tan seguido como quisiéramos, confiamos ciegamente en volvernos a ver una vez más. Y aunque ya lo haya comprobado, confío en que esta amistad perdurará y sería incapaz de terminar.