Vacaciones del año...

Y hoy es el día, el momento. El famoso 13 de enero. Un día tan esperado, tan soñado; pero ahora solo es el puto día. Son exactamente las ocho menos cuarto en punto y ahora es cuando empieza todo: la tristeza, infelicidad, recuerdos, nostalgia… No sé como controlarme, me dí cuenta que de verdad no podrás acompañarme. Sigo sin creerlo…

 Y solo queda acordarme de lo mal que estuve, y arrepentirme de no haber disfrutado mas de lo que pude. Porque es el momento más importante del año para mí, a penas término lo espero con tantas ganas… Nunca pensé terminar así.

 Me quedaron varias cosas pendientes, innombrables y algo incoherentes. Una de ellas la misma de siempre, la que en esta época me tortura día y noche, todos mis sueños y hasta parte del año.

 Otras dos que no valen la pena pero que realmente tenía ganas de hacer. Pero la más importante de todas que estuve a punto de hacer, en el momento que te abrasé por última vez, fue cuando se me atragantó esa pequeña frase que tengo tan presente: “no sabes cuánto te quiero amiga…”

 Quizá todo esto parezca una estupidez, quizá no merezca ni la mitad de lágrimas que derramamos por ello, quizá no tendríamos que habernos puesto así, pero estoy segura de que nadie podrá entender ni sentir el defraude y desilusión que estas vacaciones me causaron. Porque tuve que tirar por la borda todo el esfuerzo hecho, y borrar de un día para el otro esa ilusión adolescente que eliminó cada uno de los episodios imaginados en las tan esperadas ‘Vacaciones del año’

Y aunque me pase lo peor de todo, a tu lado tarde o temprano estaré riendo, para solo sonreírte una vez más, y así me recuerdes como una amiga feliz y orgullosa de ti.

No me importa, ignoraré que no puedas verme, olvidaré que vives lejos, haré lo imposible por seguir en contacto contigo, convertiré mi nostalgia en nuevos planes y me ayudaré a no extrañarte, olvidar el tiempo que tengo que esperar para repetir la experiencia más linda del año.

NO QUIERO ESTO, recordar que es el fin y esperar otro año se me hace interminable! Quiero distraerme con lo que sea, pero no puedo: lo que sea que mire o piense siempre me termina recordando a ti.

Ese esfuerzo en la mañana por ahorrar tiempo y actividades. Las mil horas en la vereda del frente sin saber que hacer. La primera impresión después de tanto tiempo. Adrenalina que consume el cuerpo. La felicidad de que al fin podamos vernos. Cada salida, cada noche. En la pileta o frente a una película sin sentido. Esos minutos, esos días que definitivamente no alcanzan, son los mejores.

Primera foto del 2012

Dedicado a: Marianela Buhajrzuk