En fin, volví unas páginas atrás. Mi vida solo
estaba concentrada en Mendoza, en cada uno de mis planes. No era feliz, no sabía
que hacer. Tenía tantas cosas pendientes, cosas que ahora supe dejar atrás. Tenía
muchas ansias de lograrlo, y sonreí, porque lo he logrado. Una de ellas era
perder peso. Escribí en varias páginas que pesaba 54kgm, estaba tan desesperada
por llegar a los 48, pero ya era tarde. Otra, fue lo de Nico. Lo quería tanto,
pero no sabía que hacer, como reaccionar.
Ahora todo es distinto, ya viví el momento. Ya
volví de Mendoza, sin mi mejor amiga, pero con metas cumplidas. Bajé de peso y
llegué a mi objetivo. Debo resaltar que aunque no me haya acompañado en mi
viaje de vuelta ni hayamos disfrutado nuestras tres semanas aquí en Tucumán, me
inspiraste por seguir adelante con mi dieta, me diste consejos sin darte
cuenta. Terminé con Nico, y ahora estamos bien, al menos por ahora.
Estoy muy contenta, estoy yendo a charlas y
meditaciones que poco a poco me acercan más a Dios. Voy a ir a un retiro en
marzo, y se aproxima el cumpleaños de mi papá, al que le sigo buscando su
especial y costosa pluma! No me voy a olvidar del 15 de mi mejor amiga, la
pasamos espectacular. Y aunque estas últimas semanas haya estado castigada por
mi estúpida y ‘rebelde’ conducta, no voy a olvidar las salidas con mis amigos.
Hoy es un día nuevo, ya estamos casi a la
mitad de el jajaja. Pero todavía queda dibujarle un dibujo a mi papá en tributo
a su ídolo. Hacer una torta de chocolinas para esta noche que viene el Padre
Pedro a cenar, una visita tan esperada. Y salir a las 5:30 con Joaquín a dar
una vuelta que hace tanto que no lo veo… Solo espero terminar el resto del día
en paz y, poco a poco, aprender a disfrutar cada segundo de mi vida! Porque solo
podré vivirla una vez, y porque no hay mejor etapa que la adolescencia…