Algo difícil de explicar, nunca me puedo
satisfacer, tampoco dejar de hablar. Sensaciones extrañas que se vuelven
realidad. Un sueño más que dejar atrás. No quiero empeorar…
Y luego odiarme durante días, por como me veo,
por lo que soy, odiarme por no intentar cambiar. Siempre pensando, sin dejar mi
mente en blanco. Problemas por todo, y desde hace poco doy vueltas como un rombo. Y para qué hablar de
tolerancia, no puedo ni controlarme a mi misma. Mi paciencia es un desastre,
sabiendo que en eso se basa la vida. Y sigo aquí, sentada sin hacer algo más
que lamentarme lo mal que estoy cambiando, desesperada por un futuro sensato.
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