Me sentí mal, quería
verte de nuevo. Solo traté de relajarme, bastantes malos momentos. Entonces me
subí nuevamente a mi hamaca, ya la extrañaba, pero no necesitaba eso… Decidí
leer ‘Vida y Sueños’ como admiro ese trabajo sincero…
Y luego de seguir
dando vueltas, ya sin ánimo ni esperanza, abrí el placard. Tomé el vestido que
usaría hoy a la noche tratando de recordar la última fiesta en la que lo había
usado. Que gran momento, cuanta nostalgia. Recordaba los nervios, la inocencia
tierna y sobre todo mi confusión alegre y satisfecha. No podía soltarlo,
imaginar que hace no más de cuatro meses todo había cambiado. Después de ese
15, nada es exacto…
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