~♥~
miércoles, 5 de octubre de 2011
Bienvenido-
Entré a un lugar
nuevo, donde yo sola podía serlo. Solo había árboles, rodeándome por todas
partes. Era perfecto, no existía mi madre por defecto. Millones de animales
corrían a lo lejos, podía sentir el aire cubriendo mis destellos. No existían
los espejos, solo podías pedir miles de deseos. Corrí a investigar, encontré mi
pequeño hogar. Era un árbol, enorme de ramas caídas, cubriendo todas las
salidas, un lugar oscuro. Entonces salí a buscarte, no te encontré por ninguna
parte. Me di cuenta que deberías haber estado escondido. Seguí buscando, no por
mucho tiempo terminé llorando. Te había perdido? Me senté junto al lago,
transparente y sin fondo. Contemplé entonces mi rostro, se volvió hermoso. No
podía creerlo, mi sueño se había cumplido, los deseos funcionaban sin sentido.
Una lágrima anunció mi felicidad, me sentía agradecida una vez más. Sentí de
pronto un silbido, levantando los ojos te contemplé de lejos. No podías creerlo,
hace un rato habías huido. Corriste a abrazarme y sin soltarte te susurré al
oído: ‘Bienvenido a mi lugar secreto’. Era la primera vez que conocías mi lugar
preferido, donde paso la mayor parte del tiempo junto con mis seres queridos. Y
tú estabas ahí, significaba mucho al respecto. Pasabas a hacer alguien
reconocido, alguien importante para mí. Me sonreíste al mirarme, y sin querer
saltamos al estanque. Reímos hasta hundirnos, deseé un fondo y al instante se
hizo. Pasamos horas y horas sin despegarnos de nosotros mismos. Al atardecer te
mostré mi pequeño hogar. Tranquilos pasamos la noche entera sobre el colchón de
hojas secas. Era perfecto, no había interrupciones ni molestias. Un episodio más
de mi pequeño lugar secreto…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario