domingo, 23 de octubre de 2011

  Sentada en mi hamaca escuchando música. Habían pasado varios temas, me concentré en no entristecerme, pero no lo logré. Lo bueno es que estaba sola, así que no había problema. Era un sábado a la tarde, el sol aún alumbraba mis ojos. Me distraje, mi mente se puso en blanco. De pronto sentí tu perfume, me relajaba, sentía que te tenía a mi lado. Alguien me tomó de la cintura por atrás, un escalofrío recorrió mi cuerpo. Volteé, eras tú sonriéndome de nuevo. Te abrase como nunca lo había hecho. La felicidad me invadió por completo. No pude soltarte. Nos quedamos hablando hasta que el sol se escondió por completo. Entonces entramos, te mostré mi habitación. Era más cómodo, de todos modos no nos interrumpieron en ningún momento. Fue una gran sorpresa, una tarde-noche que no se olvida.
~♥~

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