Sentada en mi hamaca escuchando música. Habían
pasado varios temas, me concentré en no entristecerme, pero no lo logré. Lo bueno
es que estaba sola, así que no había problema. Era un sábado a la tarde, el sol
aún alumbraba mis ojos. Me distraje, mi mente se puso en blanco. De pronto sentí
tu perfume, me relajaba, sentía que te tenía a mi lado. Alguien me tomó de la
cintura por atrás, un escalofrío recorrió mi cuerpo. Volteé, eras tú sonriéndome
de nuevo. Te abrase como nunca lo había hecho. La felicidad me invadió por
completo. No pude soltarte. Nos quedamos hablando hasta que el sol se escondió por
completo. Entonces entramos, te mostré mi habitación. Era más cómodo, de todos
modos no nos interrumpieron en ningún momento. Fue una gran sorpresa, una
tarde-noche que no se olvida.
~♥~
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