Siento que te olvido, me siento feliz por
ello. Te veo de lejos, te necesito de nuevo. Entonces vuelvo a ser feliz, por
ese sentimiento que logras en mí. Y luego razono, no eres para mí, Dios no lo
quiere así. No puedo tenerte y punto, no puedes dejarme en paz un segundo. Y aunque mil canciones te he dedicado, ver películas
románticas imaginándome a ti a mí lado. O
en cuantos sueños has estado, mil veces en mi lugar secreto me has visitado. Y todo esto como se logró? Si no sé de ti NADA
DE NADA. No te conozco y mucho menos te hablaba. Ni siquiera alguna mirada
entrecruzada. No entiendo que me pasó, conocerte me cambió.
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