sábado, 22 de octubre de 2011


 Siento que te olvido, me siento feliz por ello. Te veo de lejos, te necesito de nuevo. Entonces vuelvo a ser feliz, por ese sentimiento que logras en mí. Y luego razono, no eres para mí, Dios no lo quiere así. No puedo tenerte y punto, no puedes dejarme en paz un segundo.  Y aunque mil canciones te he dedicado, ver películas románticas imaginándome a ti a mí lado.  O en cuantos sueños has estado, mil veces en mi lugar secreto me has visitado.  Y todo esto como se logró? Si no sé de ti NADA DE NADA. No te conozco y mucho menos te hablaba. Ni siquiera alguna mirada entrecruzada. No entiendo que me pasó, conocerte me cambió.

No hay comentarios:

Publicar un comentario