~♥~
lunes, 10 de octubre de 2011
Demasiado Valiente
Te esperaba sentada al lado de mi pequeño
hogar “el viejo roble”. Llevaba un vestido natural y mi cabello suelto adornado
con flores. Escribiendo en mi libreta imaginaba tu rostro en mi mente. Y de
pronto apareciste, estabas de traje, no pude resistirme. Traías en la mano una
flor igual a las de mi cabello. A donde iríamos? A una fiesta en particular? Me
sonreíste tendiéndome la mano, te seguí
sin dudarlo. Me subiste a una moto, íbamos por un sendero nuevo. Llegamos a un
salón repleto de gente. Era muy elegante, todos vestidos formalmente. Te pregunté
donde estábamos con la mirada, me tomaste firmemente mi mano, pareciera que no
ibas a soltarla. Entonces comencé a preocuparme. Algo malo estaba por
sucederte? Llegamos al salón de mesas, comencé a reconocer a varios amigos de
la familia. Tu solo me llevabas, yo te seguía. Y en una de esas mesas vi
sentado a mi padre junto con el resto mi
familia. Mi pulso se había sobresaltado y mi cara permanecía pálida, comenzaba
a costarme respirar. No soltabas mi mano, besaste mi mejilla y yo temblando. Saludaste
a toda mi familia, mis padres serios y tú
conmigo de la mano. Sabía que este era el final, me habías vuelto a la realidad.
Tu acto de valentía me había dejado sin palabras. No podía creerlo de ti, en
ese momento me había enamorado por completo de ti. Sin más empezó un vals, me
sacaste a bailar, pero antes mi padre te pidió mi mano. Me miró feliz, susurrándome
que eras lo suficientemente para mí. Te aprobó sin dudarlo, mis labios habían
vuelto a su color medio rosado. Y me devolvió contigo, me abrazaste tan fuerte
que sin poder contenerlo manché con rimmel tu abrigo. Yo solo te había
imaginado a ti, esta vez era algo completamente distinto. Sería realidad? O mis
problemas habían logrado entrar a mi lugar secreto?
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